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martes, 27 de marzo de 2007

Entre el fanatismo, la superstición y la ignorancia

Pobre, pobrísimo el nivel del debate que se suscita entre las autoridades mexicanas al discutir asuntos sobre derechos humanos y preservación de la Seguridad Social.

Los últimos temas que se han presentado, concernientes a la discriminación de militares infectados con VIH, a la eutanasia o el aborto, así lo demuestran.

El artículo 226 de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (LISSFAM), en sus incisos 82 y 83, autoriza al Ejército a dar automáticamente de baja a los elementos infectados con VIH, por considerar que son “inútiles” para el servicio militar, privando además de atención médica, medicinas y pensión a quienes no cuenten con 20 años de antigüedad. Aún con la notoria violación a los derechos humanos que la citada ley refiere, mantuvo prácticamente en empate técnico el fallo final de la Suprema Corte por semanas, hasta que la presión de diversos sectores (internacionales y nacionales gubernamentales) obligó a declararla como inconstitucional. No obstante, la ignorancia y hasta la superstición privó en cada uno de los argumentos presentados por algunos ministros; argumentos que en el mundo se han superado hace mucho tiempo.

Para muestra, la declaración del ministro Genaro Góngora Pimentel, quien señaló si podía "asegurarse que el militar infectado del VIH no tendrá nunca, nunca, una herida sangrante que pueda entrar en contacto con otra de otro individuo". Y añadió: "No, no existe esa garantía; por tanto, no se trata de que el militar se encuentre o no inutilizado, sino que debe protegerse en aras del interés público”. El ministro Sergio Aguirre, en concordancia con lo señalado por Góngora, añadió que, en el infectado, "sí hay una incapacidad castrense" y no se viola, por ende, la Constitución. Por último, el ministro Mariano Azuela mencionó que a los contagiados "hay que regresarlos a sus casas, como se hace con los niños que llegan enfermos a clase". Créalo o no, son palabras de ministros de la Suprema Corte, que Góngora y Azuela ya han presidido, y éste último, además, recibirá durante 2007 más de 1 millón 300 mil pesos como bono adicional, sólo por ser el ministro más viejo del Tribunal.

Nunca se mencionaron, entre otras cosas, la diferencia sustancial que existe entre un portador del virus VIH y un enfermo de SIDA, o las causas reales de contagio. Bajo argumentos tan absurdos, debería entonces también ser despedido de cualquier oficio, todo aquel infectado con VIH, ya sea obrero, banquero, médico, albañil, mesero, abogado, juez…al fin y al cabo, ¡todos son una amenaza potencial!

Hace poco se registró en Estados Unidos un nuevo caso de eutanasia con una mujer de Florida, cuyo ex-marido ganó un pleito en la Corte para que fuera desconectada, tras más de 4 años sin poderse parar de la cama por terribles degeneraciones musculares. Al respecto, el ombudsman nacional, José Luis Soberanes comentó que “la eutanasia es un homicidio, debe ser castigado…no creo que sea válido que otra persona decida sobre la muerte de uno...sería tanto como avalar la pena de muerte”.

El hecho de que una persona, por decisión manifiesta o mediante un tercero decida voluntariamente su muerte, es totalmente discutible; sin embargo, Soberanes compara así, a la ligera, a un desvalido terminal con una víctima, y a un médico especialista, con un homicida, cortando de tajo el objetivo real que la eutanasia pretende consumar y minimizando su relevancia.

Por otra parte, en México se estiman de 200 mil a 1 millón de abortos clandestinos practicados anualmente. Un 10% de las mujeres muere.

En el Distrito Federal, encuestas recientes muestran que un promedio de 65% de los capitalinos opinan que el aborto únicamente compete al fuero íntimo de la mujer. En todo el país, la tasa de aceptación del aborto se ha multiplicado en dos años, de 19% en 2005, a 32% en 2007, y todos los métodos anticonceptivos cuentan con una aceptación mayor al 60%.

Sin embargo, las discusiones de líderes de grupos conservadores se han centrado en defender la vida, sin siquiera haberla definido como concepto, ni mucho menos apoyar campañas de prevención sexual. Más aún, si de cuestiones morales y éticas se trata, la iglesia tendría que explicar cómo es que tolera la pederastia entre sus sacerdotes, antes que violentar el legítimo derecho de las mujeres a decidir si son madres o no. Y el PRD, que pretende aprobar en días próximos esta reforma, ha cometido el error de limitar el diálogo a algunos sectores sociales y de amenazar la aprobación del aborto con un simple mayoriteo en la Asamblea.

Para tratar temas tan ríspidos, se deben definir con precisión los conceptos que cada grupo social pretende defender, y abrir siempre las puertas al diálogo, a la información y a la experiencia mundial, pues sólo a través de información veraz y científica se podrán vislumbrar veredictos responsables. Lo demás, es fanatismo, superstición o ignorancia.



sábado, 24 de marzo de 2007

Reformas Estructurales

Reza un dicho popular “No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague” y así pasó con la iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE, el 15 de marzo llegó a la Cámara de Diputados. Hace aproximadamente un mes, las notas sobre el tema ocupaban con mayor frecuencia espacios en los diarios más importantes del país.

Lo interesante de esas notas era el amplio consenso para que la reforma se realizara, todos reconocieron su urgencia y necesidad, desde el Ejecutivo, los legisladores, analistas, académicos, hasta los líderes sindicales.

Una vez que el proyecto llegó y cuando para las autoridades del Instituto todo estaba “planchado”, al menos en el ámbito legislativo, la realidad fue que el día que Samuel Aguilar presentó la iniciativa, el PRD tomó la tribuna y al grito de “no va a pasar” algunas organizaciones como el STUNAM y la CNTE protestaron y anunciaron movilizaciones. La siguiente piedra en el camino era la votación en la Cámara de Diputados y es que cuando se trata de temas sensibles socialmente, los legisladores suelen olvidar sus “compromisos con México” y prefieren concentrarse en otras tareas que les reportarán mayores beneficios, al menos en el corto plazo y/o anticipándose a los comicios próximos. El fantasma que por momentos parecía ganaría terrero en esta discusión era el del mayoriteo (PRIAN vs FAP) y es que el sospechosismo de la premura en sacar el asunto alentaba al PRD para movilizarse en las calles (su ambiente natural y, por ende, donde son exitosos). Sin embargo y dando un revés a los escépticos que creían que el PRI se “echaba para atrás”, la reforma, en medio de una buena estrategia (meterla en comisiones unidas de Hacienda y Seguridad Social, siendo la primera quien llevara la batuta), pasó y va rumbo al Senado.

Un hecho notable es que la aprobación de la nueva Ley del ISSSTE, concitó la atención de los medios de comunicación como hace tiempo no sucedía en relación a un tema de política pública, con una acentuada coincidencia en el tratamiento favorable a esta acción de gobierno. Esto es muy relevante porque al final los medios resultan los litigantes de las políticas públicas de nuestro país: de la cobertura que ellos dan depende, en buena medida, la legitimidad y aceptación de una reforma de tal magnitud. El ganador sin duda alguna es Felipe Calderón, pues su gobierno ha marcado diferencia respecto de su antecesor, que no pudo concretar ningún acuerdo importante para el país. Pero el otro ganador es el propio Director del ISSSTE, pues en los medios se manejan cosas como: Yunes fue el gran negociador de esta reforma, visitó y trabajó directamente con los actores involucrados, cabildeó con el Congreso, logró sentar y hacer coincidir a Elba y a Joel. Incluso señalan, que en él si se notó la voluntad política, a diferencia de Benjamín González (lástima que se vea de un modo tan nimio su papel).

Sin embargo, más allá de los elogios en los medios, la ganancia de Miguel Ángel Yunes, creo yo, es que a partir de este momento tiene la gran oportunidad de cambiar la percepción que se tiene de él. Si sabe capitalizar este logro, seguramente se convertirá en un operador importante del gobierno blanquiazul y muy probablemente consiga lo que ya sabemos está en su interés: el gobierno jarocho.

El tema no se agota aquí, obviamente hay que esperar lo que ocurra en el Senado (aunque es previsible la aprobación) y también esperar la manifestación convocada para el 27 de marzo, donde se verá la capacidad de organización de las fuerzas opositoras, pero por ahora “el ISSSTE se fortalece” o al menos, no quiebra…

jueves, 15 de marzo de 2007

¿Qué es la Ciencia Política?

Después de leer el correo de Tona y Rodrigo, sobre la poca participación en el blog, empecé a pensar el por qué no he escrito nada, llegando a la conclusión de que no tengo la menor idea de qué hacer y no la tengo porque a últimas fechas solo me la paso pensando ¿para qué estudie Ciencia política? Es más, ¿qué es o qué estudia la Ciencia Política? Parece mentira que a un año de haber concluido la licenciatura no pueda responder a algo tan elemental; y es que quisiera saber si a los médicos, abogados o a cualquier otro profesional alguna vez se le ha complicado la vida por esto. Según mis investigaciones, parece que a los médicos no, pero a los politólogos, sociólogos, historiadores, economistas, entre otros, sí.

Ante la comprobación de que no tengo mucha idea de lo que define a un politólogo, decidí hacer un repaso a mis viejos apuntes, esos de primer semestre, donde las definiciones sólo eran cuestión de peras y manzanas. Encontré una que hasta la fecha es la que yo uso cuando la gente me interroga sobre qué estudia la Ciencia Política: las relaciones de poder, entendido este último como la capacidad de inducir la realización o no de ciertas acciones y la dominación de un sujeto sobre otro. Luego entonces, me pregunto: ¿para qué estudiamos eso? ¿Tiene sentido que haya politólogos, cuando la mayoría de los que ejercen el poder no corresponden a este campo profesional? Es decir, los médicos estudian muchos años, pero al final, ellos y sólo ellos, están autorizados para operar, recetar medicamento y prohibirle a uno alimentos placenteros para recuperar el equilibrio del cuerpo. En cambio, los politólogos difícilmente encontramos un ámbito de desarrollo profesional pleno: en los pueblos la política está dominada por las familias pudientes o por la gente con un mayor nivel educativo (sea cual sea el campo) y al revisar los perfiles de los integrantes de la Cámara de Diputados de la presente legislatura, observamos que “la licenciatura más recurrente entre los diputados federales es por mucho la licenciatura en derecho, uno de cada cinco legisladores la tiene, le sigue la licenciatura en administración de empresas (6%); contabilidad (5%) y economía (5%)” según datos publicados por Consulta Mitofsky. Y bueno, yo no digo que todos los legisladores o los miembros del gobierno deban ser politólogos, pero este grupo profesional ¿dónde está?
¿Acaso es que el politólogo sólo existe para hacer investigación o para ser docente? Porque de ser así, definitivamente deberíamos tener un espacio donde los diputados, los secretarios de gobierno, los alcaldes o cualquier funcionario puedan asistir e intercambiar conocimientos con los estudiosos de la Ciencia Política. Digo, al final ellos son quienes ejercen el poder, hacen leyes y determinan cuándo es legítimo el uso de la violencia, en pocas palabras: hacen tangible la Ciencia Política.

Finalmente, agradeceré que el brillante cerebro de alguien me ayude a salir del trauma (quizá en buena medida, producto de mi experiencia laboral en los últimos dos meses) o que uno de esos idealistas que estudió Ciencia Política me recuerde lo maravilloso que era pensar, al inicio de la licenciatura, que cambiaríamos al mundo, seríamos presidentes o embajadores y México sería un mejor país por el trabajo de cada uno de nosotros, después de todo… por eso somos politólogos ¿no?

miércoles, 14 de marzo de 2007

Sobre Cultura Política...

En México, la democracia es algo nuevo, tanto en la forma en que la ha asumido en términos reales el nuevo régimen, hasta la manera en que esta permea a todas las esferas del Estado.

Un porcentaje mayoritario de las personas que hoy habitan en México nacieron y creacieron bajo una forma de hacer política, y en general de desenvolverse en lo público, producto de un régimen autoritario. Si tomamos como punto de partida las elecciones intermedias del 1997 como las primeras netamente democráticas donde el PRI perdió la mayoría de la cámara de diputados, tenemos que tan solo han transcurrido 10 años. Sin embargo, si tomamos otro tipo de fechas relativas a la formación de una oposición política de contrapeso al régimen, quizá pudiéramos mencionar el año de 1989 y la primer gubernatura ganada por otro partido ajeno al de Estado. De este hecho han transcurrido 18 años.

Lo que pretendo resaltar es el escaso contexto democrático con que las personas en términos generales se han desarrollado como individuos y ciudadanos. Hoy en día existe un gran debate sobre la consolidación y arraigamiento de la democracia en México. A pesar de contar en este día con una democracia electoral relativamente sólida e institucionalizada (a pesar del proceso electoral de 2006), la democracia tiene que transitar de los procesos electorales a los procedimientos de todas las instituciones. A la forma en que las instituciones realizan de manera eficaz las demandas nacionales a través de un entramado institucional, estable, moderno y con certeza jurídica. Esto es lo que se llama democracia de calidad y tiene que ver con algunos elementos relevantes como: imperio de la ley (estado de derecho, marco jurídico de certidumbre, cumplimiento de la ley, etc.), reciprocidad (la forma en que la población encuentra respuesta a sus demandas a través de las instituciones) y rendición de cuentas.

Sin embargo, existe el supuesto que la relación entre la democracia y los ciudadanos debe venir aparejada. Los ciudadanos participativos, el engrosamiento de la sociedad civil también forma parte de lo que una democracia moderna y de calidad debería abarcar. No hay democracia real sin sociedades participativas. El principal problema que enfrenta México en materia, es la inercia de la historia. Un gobierno que no garantizaba las libertades, sino al contrario, tenía instrumentos de represión y control social, arriagó apatía y desinterés de los asuntos públicos en la esfera social.

Hoy en día, que nuestra democracia se encuentra en una especie de “entrenamiento” de la misma, es que estamos descubriendo sus alcances y su potencial no solo como forma de gobierno, sino como forma de vida. La cultura democrática en el México es aún escasa, pero con el pasar de los años debe ir acrecentándose trayendo consigo una mayor participación en las diferentes áreas públicas.

En este sentido, la Secretaría de Gobernación realiza un monitoreo sobre la cultura política y las prácticas ciudadanas con la realización de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, donde podemos resaltar algunos hechos relevantes de la última versión públicada (2005).


No 13%; sí 63%; Sí, en parte 20%; Ns/nc 4%




Según la ENCUP a pregunta exrpresa, la sociedad percibe que los problemas que trata de resolver el gobierno debe venir de la mano con algún tipo de participación por parte de la ciudadanía. El 83% señaló que le toca a hacer algo al respecto, es decir, no dejar que el gobierno actúe solo.

Este hecho resulta relevador en término de la función de la sociedad civil, ya que esta tiene su origen natural como contrapeso de los gobiernos representativos donde si bien el poder se cede a los gobernantes, a los representados, la sociedad civil encausa y presiona sobre el interés colectivo.

Sin embargo es un concepto muy general y abstracto que la gente percibe. En otros temas que tienen que ver con la forma en cómo funcionan las instituciones mexicanas, existe un desconocimiento importante en la forma en que operan.






Respuesta correcta 40%, Respuesta incorrecta 30%, No sabe/No contestó 30%

La duración en el cargo de los diputados federales resultaría ilustrativo del desconocimiento que existe de las formas, solo un 40% Un 60% de los encuestados contestó de manera incorrectamente, dijo que no sabía o simplemente no contestó. El hecho de que 6 de cada 10 mexicanos no sepa los tiempos de duración de sus legisladores preocupa en el sentido que no es una información muy sofisticada ni de difícil acceso, que además se enseña desde primaria como algo elemental de la forma de gobierno mexicana. De aquí podemos sacar algunas conclusiones como el hecho de que a buena parte de la gente no le interesa la política en lo más mínimo (y por tanto no se preocupa por conocer más), así como una educación democrática y ciudadana deficiente.




Sí, 31%; No sabe, 28%; No, 23%; Sí, en parte, 11%; No contesta, 5%; Otra, 2%

A pesar de ser un dato del 2005, el hecho de que en ese momento 23% de los encuestados dijeran que México no vive en una democracia es alarmante pero comprensible. El común denominador de la población no ha percibido cambios sustantivos en la forma de hacer política con respecto a los gobiernos priístas; en parte porque los procesos de transición materializados en reformas liberalizadoras han sido largos y tortuosos si consideramos el año de 1977 como punto de partida. Aunado a lo anterior está la gran expectativa democrática fomentada por los actores políticos previos a la elección del 2000 donde ganó Fox con un porcentaje superior al 40% de las votaciones. Buena parte de la población creyó que muchas cosas cambiarían y que México empezaría a ver resultados plausibles del cambio histórico. Sin embargo, esto no sucedió así en parte por el estilo personal de gobernar del Presidente y sobre todo por las inercias políticas históricas que ya he mencionado. Otro elemento que habría que considerar en este 23%, es si a raíz del conflicto postelectoral y el continuo discurso de fraude y términos utilizados, tales como “república simulada” por parte del PRD, es probable que este porcentaje haya sufrido alguna variación importante.


La democracia no ha traído satisfacciones por sí misma, es una realidad que queda plasmada en la siguiente gráfica.


Muy satisfecho/satisfecho, 26%; Ni satisfecho/Ni insatisfecho, 21%; Poco satisfecho/nada satisfecho, 47%; Ns/nc, 6%


A pesar del descontento del 47% en torno a la democracia, hay un cambio importante en la percepción de la democracia como forma de gobierno contra un autoritarismo que garantizara crecimiento económico, el 56% de los encuestados prefiere un gobierno que respete las garantías individuales, dato de gran relevancia si se toman otras encuestas regionales como el Latinobarómetro donde una parte mayoritaria de la población veía con cierto agrado el regreso a regímenes autoritarios a cambio que estos brindaran una mejor económica plausible.

En materia de valores democráticos como la tolerancia, México aún no tiene valores arraigados como la tolerancia. Aún existen muchos prejuicios y conservadurismos que no permiten una apertura de ideas que fomente debate y desarrollo en distintas áreas.


Un problema que es percibido de manera general es la participación de los actuales partidos políticos. En México son muy mal vistos y evaluados al ser catalogados como actores que no aportan al desarrollo del país, sino por el contrario lo entorpecen por la búsqueda descarada de sus intereses. Este tema es relevante en razón de todo lo que implican hoy en día los partidos, pero sobre todo en las discusiones que hay en torno a ellos, referentes principalmente a la vinculación absoluta entre legisladores y su partido, campañas políticas, los recursos públicos que se les otorga, transparencia y rendición de cuentas. Las reformas al sistema de partidos debe ser una de las prioridades en los cambios institucionales que hayan de venir en los próximos años, como parte fundamental en la construcción de una democracia de calidad.


Los intereses de sus partidos, 43%; Sus propios intereses 25%; Los intereses de la población 16%; Los intereses del Presidente, 11%; Otra 1%; Ns/nc 4%

México tiene una cultura política democrática aún incipiente producto de su realidad histórica. No podemos pedir grandes cambios a nivel nacional en la medida que la democracia se mantenga en el entendido de ser solo un mecanismo para elegir al gobierno. Me muestro optimista en relación a que iremos incrementando nuestros niveles de participación y debate político con el pasar del tiempo y vayamos comprendiendo el potencial de la democracia. Los medios de comunicación juegan un papel importante en este proceso, pero sobre todo, lo que hasta el momento tenemos ya como sociedad civil.

Fuentes:

Tercera encuesta nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas 2005
http://www.segob.gob.mx/encup

martes, 13 de marzo de 2007

Todo México es territorio Slim

Sea usted bienvenido al reinado de Carlos Slim. El tercer hombre más rico aquí en la tierra como en el cielo. Actualmente acumula una riqueza de 49 mil millones de dólares, no sólo en la cartera sino en bienes, inmuebles y empresas. Lo separan tan sólo 7 mil milloncitos de dólares del ya acostumbrado número uno en riqueza, Bill Gates. Seguramente nuestro empresario mexicano será el number one en un par de años. Tal vez eso lo llene de orgullo, pero yo no estoy segura de sentirme orgullosa de tan obscena riqueza frente a mis ojos, cuando existen 30 millones de mexicanos que viven con 25 pesos diarios, más otros 30 millones, que viven con el salario mínimo.

Un enjuiciamiento a Slim por la enorme acumulación de riqueza que ha generado en 10 años (la ha multiplicado en 8), no valdría la pena, por ahora. Finalmente es un empresario perspicaz que ha sabido manejarse en países con paraísos fiscales y sin reglamentaciones comerciales que prohíban las prácticas monopólicas. Reprochable es, que este tipo de empresarios compren la competencia, no permitiendo que empresarios pequeños se desarrollen, controlando el nivel competitivo de sus productos. Si ellos deciden vendernos basura - y cara - eso tenemos, eso consumimos, la política económica en México, lo permite.

Es curioso cómo criticamos el pasado mexicano, cuando nuestra economía estaba nacionalizada y que nada más había un tipo de productos. ¿Cuál es la diferencia ahora? Si los mismos empresarios tienen abarcados toda la gama de productos, pero con diferente nombre, al final del día, las monedas van para el mismo bolsillo. Y lo peor es que van al triple de precio en comparación con otros países más desarrollados.

Si se trata de encontrar culpables, los tenemos, ya los conocemos; son todos aquellos políticos que no han podido encarárseles a dichos empresarios, a Slim. ¿Quién va a ir con Slim a decirle que deje de estar haciendo prácticas monopólicas? Quién se atreve, si el señor está dando miles de empleos y tiene cientos de negocios con el gobierno (sus líneas telefónicas, por mencionar algo simple).

Nosotros estamos desarmados frente a la evidente extorsión que tienen esas empresas sobre nosotros. Los monopolios no son tan graves mientras sean temporales, se crea un nuevo producto, acaparan un mercado, pero no limitan a la competencia mientras ésta trata de superarse y ofrecer diversidad. Pero cuando se hacen permanentes, no hay posibilidades ni de que éstos mejoren sus propios productos, ni que otros crezcan. La única vía para cambiarlo es prohibirles que sigan ese comportamiento comercial, ya sea a través de la Ley de Competencia, o un cambio de fondo, estructural de nuestra política económica neoliberal, que por lo visto, eso no va a pasar. Insisto. ¿Quién se atreve a decirle a Slim que el sistema por el que se hizo el tercer hombre más rico, debe empezarlo por derrumbarlo él mismo?

jueves, 8 de marzo de 2007

La apuesta perdida: sistema educativo mexicano.

La educación en México, con todo y su enorme presupuesto cercano a los 152 mil millones de pesos para este año, constituye uno de los principales problemas que enfrenta el país para alcanzar el anhelado desarrollo. Y es que a la par del dinero, vienen los grandes intereses.

En el mundo, la apuesta primordial en China, India o los tigres asiáticos se ha inclinado por la educación superior. Estos países han destinado enormes presupuestos -cuidadosamente vigilados de corruptelas- a sus universidades, con el fin de que desarrollen tecnología e investigación, compatible con sus proyectos gubernamentales de desarrollo. Así, India ha puesto un énfasis especial en desarrollo de software; Singapur en la biotecnología y ciencias de la información; y Taiwán y China en una gran cantidad de manufactura que emplea tecnología de punta.

En México, a diferencia de los asiáticos, los programas gubernamentales se inclinan por otorgar un tremendo apoyo a la educación básica. Nuestro país se distingue, como ningún otro en el mundo, por dar a sus educandos del nivel básico los libros de texto -de forma gratuita- que utilizan para cada ciclo escolar. Así, la equidad como premisa fundamental, parece una apuesta mucho más ambiciosa y hasta justa, pero a la vez, mucho más complicada, y con plazos de éxito que a nadie le quedan claros.

Una prueba fehaciente recae en los exámenes que, a través del Programa para la Valoración Internacional del Estudiante (PISA por sus siglas en inglés), la OCDE lleva a cabo entre los estudiantes de sus países miembros. Las pruebas consisten en diversos niveles de aptitudes en español, matemáticas y ciencias. Los resultados son desoladores: en las tres pruebas, México queda en último lugar de la Organización, alcanzando apenas el nivel mínimo en cada uno de los exámenes. Lo anterior quiere decir que, aunque el alumno mexicano sabe leer, es incapaz de entender el tema general que trata una lección; que no puede resolver problemas básicos de matemáticas; y que no logra formular hipótesis o conclusiones sencillas.

La política parece otro obstáculo para la labor educativa. El Secretario de Educación del sexenio pasado, fue más conocido por sus viajes constantes a Monterrey y por las opacidades en la justificación de sus gastos, antes que por la labor que desempeñó; y esta administración enfrenta un agudo problema de conflicto de intereses, con la incorporación de una de las personas más cercanas al SNTE como subsecretario de educación básica. Si los maestros representan un problema fundamental para la calidad de la enseñanza de los alumnos, pareciera entonces que la SEP tiene al enemigo durmiendo en casa.

Y mientras se acomodan los dados de poder en México, el desarrollo no se detiene afuera. El ranking de las 200 mejores universidades del mundo, publicado por el Segmento Educativo del periódico London Times, muestra que China tiene 6 universidades colocadas; India 3; e Indonesia, Malasia, Singapur y Taiwán 1.

México está lejos de alcanzar a China y a India (cuyo nivel de crecimiento económico promedio es de 6% anual contra nuestro 3% durante 12 años), y aunque nuestro país también tiene a 1 universidad -la UNAM- colocada en el ranking, no podemos dejar de notar que tenemos 20 veces más población que Singapur; 5 veces más que Malasia y Taiwán; y que a Indonesia lo doblamos en territorio y nuestro PIB es 15% mayor. Además, la UNAM le cuesta al gobierno 17 mil millones de pesos, mientras que las universidades asiáticas generan excelentes capitales, tanto económicos como humanos.

La apuesta mundial por el desarrollo ligado a la educación está echada desde hace rato. Si México no consigue implementar programas integrales que permitan elevar la calidad educativa, así como impulsar a la educación superior y la investigación, continuaremos siendo un país de lectores que no entienden lo que leen y que tira por la borda 152 mil millones de pesos anualmente. Hasta el momento, la apuesta está perdida.


** échale un ojo a mi nuevo artículo sobre el carnívoro mundo del pop y Britney Spears en El ágora del Tona

miércoles, 7 de marzo de 2007

Acerca de Trasfondo*

Trasfondo * es un proyecto que surgió en febrero de 2007 a iniciativa de un grupo de ex alumnos de la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana. En un primer momento integró únicamente politólogos de dicha institución con la intención de discutir sobre temas de coyuntura, tanto política como de otras disciplinas.
Con el tiempo Trasfondo * ha integrado a otros profesionistas de distintos grados afines a otras universidades como la UNAM, el CIDE, el ITESM-CCM, La Salle y otras instituciones.
El proyecto contempla integrar a más personas especialistas en otras disciplinas para enriquecer el debate sobre el acontecer diario del país y la cultura.
A toda persona interesada en formar parte de Trasfondo *, sólo tiene que escribir un mail a rodrigoaph@gmail.com dando una breve biografía y especialidad para que pueda empezar a participar cuanto antes.

El blog no tiene un contenido temático exclusivo, lo único que pedimos es que aporte algo interesante a los lectores y puede ser sobre cualqueir tema que el autor considere importante o de su interés: política, literatura, historia, economía, comunicación, filosofía, etc. El tema lo determina el autor.

En Trasfondo * apreciamos las diferenes posturas y somos respetuosos de las opiniones que todos pueden brindar.

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