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martes, 27 de febrero de 2007

Sigue dando de que hablar...

Algunos sienten lástima, otros cariño, algunos perciben desconfianza, otros traición, algunos lo consideran enfermo, otros muy inteligente, algunos creen que es frustración por su impotencia sexual; lo cierto es que el Ex Presidente Vicente Fox, sigue metiendo la pata cada vez que habla.

En su animoso discurso junto con su acatada esposa Martha, érase en una conferencia en Washington - a tratar sobre el liderazgo - que a Chente se le ocurre contar una anécdota, frente a medios de comunicación internacionales; donde decide comentar que Él obtuvo la victoria el 2 de julio de 2006, cuando perdió López Obrador, reivindicando su derrota ante el desafuero que no obtuvo. Las razones por las que dijo semejante irresponsabilidad pueden ser varias, podría suponerse que no está bien enterado que Felipe Calderón sea el presidente actual; y que tampoco sabe que dichas declaraciones afectan la legitimidad y aceptación que Calderón apenas está construyendo. Pero no todo es suposición.

Al cumplirse un año de la tragedia sucedida en la mina Pasta de Conchos, el gobernador de Coahuila declaró que Fox le pidió inventar culpables para no implicarlo en la explosión de la mina, a él y al entonces Secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz. Si bien ellos no mandaron explotar la mina; encubrieron a los empresarios de Grupo México (dueños de la mina), que estaban advertidos de la escasa seguridad tanto de la mina, como de los trabajadores de la misma. Al gobernador no le queda nada de inocente, pues ésta información la ventila ahora que ha pasado un año. Las investigaciones continúan, aunque algunos del PAN ligados al Yunque, como Manuel Espino y Carlos Abascal, defienden a capa y espada a Fox ante las acusaciones, y piensan demandar por difamación al gobernador. Sin embargo, no todos los panistas se la creen, pues varios legisladores, sobretodo de la corriente neopanista – ligados a Calderón – están pidiendo que se indague a fondo quiénes participaron en el encubrimiento de los culpables de la explosión, en la que fallecieron 63 mineros.

Así está la situación. Manuel Espino – presidente del CEN del PAN – también es presidente de la Organización Democrática Cristiana de América, a la cual pertenece Fox. Esta organización expandida por toda Latinoamérica y España, a través de pequeños núcleos (como el Yunque en México), tiene el objetivo de apoyar a los gobiernos de derecha (y ultra derecha) para cerrarles paso a los gobiernos populistas y a los de izquierda. Hacia el interior del PAN, se enfrentan con los neopanistas, de ideología democristiana, basados en “acción y ética” para el desarrollo de la sociedad, ideología que Calderón quiere implementar en su gobierno. Pero la ODCA es muy poderosa porque incluye a muchos empresarios; aquellos que apoyaron la campaña de Calderón, y varios de ellos, por ejemplo de Grupo México, están dentro de la Fundación Vamos México, que preside Martha Sahagún.

Felipe Calderón prometió arreglar el asunto de la mina Pasta de Conchos, pero en realidad está atado de manos porque no puede traicionar a los que lo hicieron llegar a la Presidencia. Se intuye que las declaraciones últimas de Fox, pueden ser ciertas amenazas para que Calderón tranquilice las aguas tanto en el asunto de la mina, como de los negocios de la familia Fox y Sahagún. Ya que destapar verdades implica a muchos empresarios y miembros del gobierno de Calderón, debilitando mucho la credibilidad que ha ido ganando su gestión. Ese fue el riesgo que Calderón tomó, ya se veía venir la paga de favores.

Esta historia intrigante que parece de ciencia ficción, es real, y sumamente interesante. Existe mucha información acerca de las distintas corrientes que forman cada partido, en este caso específico, del PAN. Recomiendo para profundizar el tema, un gran sitio informativo, gratuito, de donde sinteticé la información para darla a conocer a los lectores de este blog: indigomedia.com. Mientras tanto, seguiremos escuchando declaraciones peligrosas - aunque exquisitas para la grilla - de nuestro Ex Presidente Vicente Rancherus de Foxilandia.

lunes, 26 de febrero de 2007

Los medios de comunicación como elemento articulador en el desarrollo político de México.

Los medios de comunicación deben ser los principales promotores del crecimiento y fortalecimiento de la sociedad civil mexicana, en un México que se encuentra secuestrado por las oligarquías que gobiernan.

Hace unos días que he estado meditando sobre algunas situaciones que aquejan nuestra joven democracia en materia de participación. Hoy en día (a pesar del reciente conflicto electoral), podemos decir que hemos alcanzado una democracia electoral que proporciona esa Incertidumbre indispensable sobre los resultados electorales. Basta con remontarnos a las semanas que precedieron al 2 de julio: nadie tenía certeza absoluta sobre quien sería el ganador. Esto es precisamente, un logro que a los mexicanos nos ha costado construir y que hemos venido trabajando desde el inicio del proceso liberalizador en tiempos de López Portillo. Sin embargo, el proceso liberalizador, o de transición, ha tenido una serie de claroscuros en materia de participación ciudadana, entendida ésta, como la acción que ejerce la sociedad civil en la esfera pública ajena al control del Estado. La sociedad civil a su vez, en palabras del Dr. Fernández Santillán “se presenta como un espacio abierto a la construcción de formas asociativas independientes del control gubernamental y que ejercen influencia en el diseño de las políticas gubernamentales”[1].

Hago énfasis en la participación ciudadana, dado que si bien México cumple cabalmente con la definición mínima de Democracia (R. Dahl), es una realidad que dicha definición no es suficiente para darle un carácter de irreversible (no volver a regímenes autoritarios). La democracia en México debe transitar de ser una democracia de facto, o legal, a una democracia de calidad entendida por Leonardo Morlino como : “aquella que presenta una estructura institucional estable que hace posible la libertad e igualdad de los ciudadanos mediante el funcionamiento legítimo y correcto de sus instituciones y mecanismos”[2].

Una democracia de calidad es una democracia con un entramado ciudadano fuerte que tenga la capacidad de ser contrapeso contra las políticas que el Estado ejecute. Sin embargo, el conglomerado civil parte necesariamente de un nivel de cultura democrática mínimo que fomenta la participación en las esfera pública. La libertad e igualdad ciudadana de la que habla Morlino no se refiere únicamente a su carácter legal plasmada en decretos, pactos o leyes, es más extensa y habla de las oportunidad reales del entorno que permite el desarrollo de las capacidades de las personas. En México no tenemos que hacer un riguroso estudio para demostrar y dejar en claro que estas oportunidades se han visto menguadas al grado de a pesar de ser la economía número 11 del mundo, somos alrededor de la 60 en materia de distribución del ingreso (con buenos sistemas de redistribución, el ingreso per cápita mexicano podría estar en 22 mil dólares al año, la realidad es otra y el ingreso promedio es de 6 mil dólares anuales, es decir, poco más de 6 mil pesos mensuales ¿a quién le alcanza con eso?).

La polarización social es producto de políticas deficientes no solo en materia económica y política, sino también en materia social, incluyendo deficientes programas de educación. Una población mal educada difícilmente será crítica de sus gobernantes y será incapaz de aglutinarse en pro de causas de interés común. La clase política mexicana no ha podido (ni quiere) estar a la altura del desafío histórico que converge en estos días. Enfrascados en discusiones estériles y sin trascendencia, nuestros políticos se debaten en las tribunas nacionales sus intereses sin el menor de los escrúpulos dejando en último lugar de su lista de prioridades el interés nacional.

En este punto es donde cobran renovada importancia los medios de comunicación. No está por demás decir que un gran número de mexicanos pasa más de 3 horas diarias frente al televisor o recibiendo información a través de algún medio masivo.

Los medios de comunicación y el crecimiento tecnológico en el mundo entero han sido fuente de información y reflexión, siendo incluso en México un factor determinante en la alternancia del año 2000 al contar cada vez con mayores espacios de debate ajeno al control estatal. Sin embargo, no han logrado insertarse en una dinámica democrática responsable y de contrapesos.

El insumo principal para generar una sociedad civil participativa es la educación y la cultura democrática; sin embargo, el elemento articulador es la información de calidad que puedan ejercer los medios de comunicación como garantes de las discusiones nacionales. Desafortunadamente el imperio de la relación ingreso/rating ha traido consigo (al menos en el caso de la televisión) la proliferación de programas sin contenido alguno en los horarios estelares.

Existe una hecho indiscutible y esto es, como ya se mencionó, que una democracia de calidad y consolidada pasa forzosamente por la inclusión de una sociedad civil participativa en la esfera pública. Sin embargo, difícilmente ésta encontrará los causes necesarios para fortalecerse y engrosarse en materia crítica si es que no se dan las circunstancias idóneas para ello. El cambio difícilmente vendrá de abajo, sobre todo si consideramos la apatía de la gente a organizarse por su condición social primordialmente. Por otro lado, el cambio, el diseño de políticas, pero sobre todo el eje rector de las transformaciones nacionales proviene del gobierno, pero que gracias a la mezquindad de los políticos se antoja complicado una mayor participación en tan importante cruzada.

Es por lo anterior que el papel de los medios de comunicación y la prensa en México debe asumirse como un elemento articulador entre el gobierno y los ciudadanos erigiéndose como promotor de cambio a través de la inclusión de mayor calidad de contenidos y contenido de la información. Actualmente no basta con dar una nota, es necesario proporcionar un contexto tomando como referencia información válida que ayude al usuario a conocer las consecuencias de las decisiones tomadas por el gobierno en un marco en donde el ámbito internacional no sea ajeno.

La terea es difícil, y en un país donde la competencia mediática se circunscribe a dos empresas, parece complicada la adopción de nuevos esquemas de generar información. La inclusión de una mayor oferta en el mercado de las televisoras por ejemplo sería benéfico en tanto la información generada pasara por nuevos procesos de selección y calidad.

Por todo lo anterior es que resalto la renovada importancia de los medios en aras de construir un México mejor, más justo, más equitativo, y sobre todo más democrático en donde todos salgamos ganando en el mediano y largo plazo. Nuestro papel como individuos está en exigir información de calidad alejada lo más posible de amarillismos y fomentar aunque sea a través de una lineas semanales el debate que México requiere.

Esperemos que los cambios que este país necesita se den en los próximos meses, pero por lo pronto en estos tiempos de turbulencia comparto mi opinión y externo nuevamente el carácter fundamental de los medios de comunicación en la construcción de un México mejor.


[1] Fernández Santillán, El despertar de la Sociedad Civil, México, Océano, 2003, p. 259.


[2] Morlino, Leonardo, Calidad de la Democracia, notas para su discusión; ponencia presentada en el panel “Qualitá della democracia: quale interdisciplinarietá?, en el Congreso Anual de la Sociedad Italiana de Ciencia Política, Trento, 14-16 octubre de 2003. Traducción del inglés de Azul Aguilar y César Cansino.

jueves, 22 de febrero de 2007

Los retos del IFE


Las elecciones en México han transitado por todo tipo de caminos. De simples trámites empleados por el régimen como medio de legitimación durante las décadas de hegemonía priísta, a la alta confiabilidad en los resultados con el triunfo de Fox; de la práctica grotesca y el envilecimiento en el conteo de votos, a la ciudadanización paulatina en los procesos que dotaron de un amplio respaldo social los resultados. Hoy en día, sin embargo, el proceso electoral todo sufre nuevos cuestionamientos importantes, que no se previeron, ni se esperaron.

Las dudas suscitadas representan un alto grado de complejidad, dado que, para la elección presidencial pasada, exhibieron todo tipo de competencias: prácticas políticas sucias, pobre y parcial actuación de los consejeros electorales (especialmente del consejero presidente), carencia de mayores facultades legales del Instituto Federal Electoral, injerencia descarada del Poder Ejecutivo, aplicación legaloide del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), inactividad inexplicable de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), inyecciones groseras y arbitrarias de dinero por parte de cúpulas empresariales, presencia obstruccionista de los medios de comunicación, y un tibio fallo final por parte de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE).

Que el IFE tenga complejísimos programas de conteo rápido, respaldados por la participación directa de la ciudadanía en el proceso, hoy no es garantía suficiente de que no existirán fraudes electorales. Los partidos y actores políticos, entienden que resulta casi imposible llevar a cabo alguno de los tristemente tradicionales métodos (mapacheo, robo o embarazo de urnas, caídas de sistema, etc.). Por eso, han decidido llevar el fraude un paso anterior al día de la elección. Ahí, donde está probado que el electorado mexicano está mediatizado y sujeto a consignas televisivas; donde se utilizan los recursos partidistas y sus estructuras gubernamentales para condicionar el voto a sus trabajadores; donde abiertamente se puede rebasar el tope financiero de las campañas sin mayores consecuencias que una multa (a Fox le costó 500 millones ser Presidente). Ahí, donde los mecanismos legales son endebles.

Trabajadores y mandos medios de diversas dependencias estatales y federales, o de sectores empresariales, denunciaron todo tipo de amenazas y condicionamientos al voto por parte de sus superiores. En otras partes, continuó el regalo de mercancías a cambio de la credencial de elector. La FEPADE nunca llevó a cabo ninguna sanción relevante.

Una parte importante de la cúpula empresarial desarrolló un papel funesto, financiando ataques millonarios a la persona del candidato presidencial del PRD, sin importar la crispación en la gente, que es quien compra sus productos. De la misma manera, fueron contados más de 300 ataques verbales del Presidente de la República a la figura del candidato izquierdista desde el 2002. Uno cada cinco días. El poder se convirtió en un fin y en un medio. El fallo del TRIFE al respecto, fue de risa. Dijeron, en términos futbolísticos, que el delantero que iba a meter el gol recibió varias faltas dentro del área hasta que fue derribado a los ojos de todo el estadio. Pero no marcaron ni siquiera penalty.

El IFE, otrora destacado árbitro por su imparcialidad, vivió un retroceso en la figura de sus actuales consejeros. Desde su integración, el Consejo Electoral se caracterizó por la exclusión. Dos partidos colocaron a modo a su gente; y Elba Esther Gordillo colocó, a su favor, al Consejero Presidente. La tibia actuación de Luis Carlos Ugalde ante la enorme radicalización de la propaganda, fue rápidamente encubierta por la falta de atribuciones legales del IFE para perseguir y castigar los abusos. Más aún, la tremenda torpeza política en el manejo de los sistemas de conteo del Instituto, indignaron a la población y fueron caldo de cultivo para quienes exclamaban fraude. Resulta simplemente imposible creer que el PREP haya corrido de una manera (otorgando la ventaja a Calderón, que no perdió un solo minuto del conteo), y que el conteo final de actas haya corrido de una manera diametralmente opuesta (con AMLO a la ventaja, que perdió hacia el final de manera súbita). Finalmente, las autoridades agarraron el COFIPE, y haciendo gala de su gran apego a derecho -y su carencia total de sentido común- denegaron algo que parecía simplemente sensato por lo cerrado de la elección: un recuento total de los votos. No por nada hoy el 47% de los mexicanos no cree en el IFE, y la suerte de sus consejeros electorales debiera estar echada desde hace tiempo.

En el nuevo acuerdo político deberá existir un apartado importante a las reformas del IFE. Que se reduzcan los topes de campaña y que existan nuevas atribuciones para el Instituto en vigilar la forma en que se gastan; que existan mecanismos reales de anulación de las elecciones cuando se rebasen los topes o cuando existan injerencias externas a favor de un candidato; que se sancione a sectores públicos o privados que condicionen el voto; que se establezcan medidas incluyentes en la designación de los consejeros; ó que se implementen disposiciones específicas para que las campañas se centren en propuestas y objetivos, no en ataques personales; son algunas de las características deseables que debieran considerarse. Sin embargo, no debemos esperar demasiado. La lucha por el poder en México es feroz. Los perdedores claman por cabezas y sangre, y los ganadores, callan y ocultan. ð

miércoles, 21 de febrero de 2007

Recuento Atrasado del 2006

Año 2006: Conflicto, polarización, crispación, división, desilusión
Como que sólo vivimos de contradicciones, y por ellas; como que la vida es tragedia, y la tragedia es perpetua lucha, sin victoria ni esperanza de ella; es contradicción. Se trata, como veis, de un valor afectivo, contra los valores afectivos no valen razones. Porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera son verdades.
Miguel de Unamuno
Del Sentimiento Trágico de la Vida, sabiendo que no se si se puede afirmar bajo un criterio estrictamente tautológico, que esta vida se rige por lo que Heráclito denominó como la constante e incansable lucha de contrarios. No se puede valorar la luz sin la oscuridad, la compañía sin la soledad, el amor sin el sufrimiento, la salud sin la enfermedad, la vida sin la muerte. El año 2006 me damandó hacer un recuento de los daños que hoy comparto con ustedes, ya se que estamos en febrero casi marzo, pero nunca está de más recordar lo que fuimos para lo que seremos.
Oyendo Sunday Bloody Sunday, comienzo mi crónica del 2006 año de contradicciones, de maniqueísmos, de altas y bajas emocionales, del Sentimiento Trágico de la Vida.
No se porqué cuando se hacen retrospectivas siempre salen las cosas malas primero. Pero no cabe negación alguna en cuanto a que este año fue marcado con estos términos: Conflicto, polarización, crispación, división, desilusión.
A nivel internacional me viene a la mente la el conflicto entre Israel y la milicia de el Partido de Dios Hizbollah, “The clash of civilizations” el mismo conflicto over and over again…. El odio y la intolerancia religiosa que aplastan con miles de muertos la consolidación de la concordia.

Luz verde para construir el muro paliativo para la migración entre nuestro país y Gringolandia y el reforzamiento de la policía en la frontera. Muestra de la gran capacidad intelectual, xenofobia, represión y violación a los derechos humanos del Presidente George Bush y muestra también de la clara y evidentísima capacidad de negociación de nuestro gobierno, encabezado por el “Gracias a Dios expresidente Fox” para concretar un acuerdo migratorio que beneficie a ambas naciones.
Bajo el mismo rubro y como respuesta a la no valoración de la migración mexicana en los Estados Unidos, de la mano de obra barata que “hace trabajos que ni los negros quieren hacer”, de la fuga de cerebros que huye en busca de mejor calidad de vida, mejores oportunidades y salarios que remuneren de manera justa su trabajo, millones de latinos encabezados por paisanos hicieron realidad la película Un día sin mexicanos.

Los últimos meses del 2006 vieron perecer dos dictadores de latitudes distintas, Augusto Pinochet y el recién ahorcado Sadamm Hussein. Millones de personas se regocijaron por la merecida ejecución de Saddam, sin saber que Irak sigue sin poder consolidarse como un país “Democrático” (Whatever that means…) pero sobre todo Irak como parte de la maldición de medio oriente, no ha podido consolidarse como un país en paz. De Pinochet, qué puedo decir? Sin conocer el conflicto chileno en su totalidad y sólo basándome en lo poco que se, me uno al júbilo que embargó a los chilenos con la muerte del responsable de la caída de Salvador Allende, el responsable de la desaparición de cientos de chilenos que se oponían al régimen, el responsable de la mayor violación a los derechos humanos que ha vivido Chile. Pero coincido con el autor de uno de mis poemas favoritos: “…la muerte le ganó a la justicia”.

En América Latina vivimos el triunfo de la izquierda social-demócrata con un bastión importantísimo como lo es Michelle Bachelet, con el ya consolidado Lula y con algunos picos “radicales” dizque manifestados en Evo Morales y bien representados por Chávez. A mediados de año todo parecía indicar que por fin Latinoamérica sería zurda, socialdemócrata. México no era la excepción, las encuestas favorecían a López Obrador hasta con un 60%, “Peje para presidente”. Bajo un Proyecto Alternativo de Nación, en lo general sólido, moralmente bien sustentado pero con bases económicas débiles, AMLO convenció a millones de la necesidad, más bien la de OBLIGACIÓN que México tiene de poner como prioridad la desigualdad. Para mi el 2006 fue el año de la decepción del Peje, bueno el 2005 ya había comenzado con su labor de desilusionarme de él, pero este año fue la culminación. ¿Cómo era posible que cuando por fin México podía tener la oportunidad de consolidar el proyecto de izquierda que había comenzado Cárdenas en 1988 con un líder mesiánico capaz de movilizar a las masas de convencerlas de la OBLIGACIÓN que tenemos con México y sus más de 50 millones de pobres, todo se echara a perder? ¿Cómo era posible que quien pregonaba ser “indestructible” políticamente, se destruyera a sí mismo rodeándose de pillos videoescándaleros, de luminarias como Camacho Solís ex mano derecha de su archirecontra enemigo Salinas de Gortari? ¿Cómo era posible que el defensor de la lucha contra la desigualdad, la propiciará ensanchando la brecha de resentimiento entre ricos y pobres? ¿Cómo era posible que teniendo la victoria en sus manos se durmiera en sus laureles y comenzara a hacer y decir tonterías?

Todo se echó a perder.

El dos de julio de 2006, millones de mexicanos y mexicanas salieron de sus casas para forjar la historia de México, para elegir a diputados locales, presidentes municipales, jefes delegacionales, gobernadores, pero sobre todo al próximo presidente de la República y para elegir a su contrapeso, el poder legislativo, al Congreso de la Unión. El Instituto Federal Electoral jugó su papel como árbitro “imparcial” en la designación de la clase gobernante, teniendo un pobre desempeño en la entrega de los Resultados preliminares y qué decir del conteo final, la negación a abrir todos los paquetes electorales, el solapar la campaña mediática que violaba todas luces el COFIPE, la conocidísima amistad entre el titular del Instituto Ugalde y el poder detrás del poder la Maestra Elba Esther, etc etc. El dos de julio tuvimos la elección más importante de la historia “democrática” de México se debatieron dos proyectos de Nación opuestos, la lucha por el poder se disputaba entre la supuesta derecha y la supuesta izquierda, el partido de “centro” que gobernó México durante siete décadas y que desde que comenzaron los conflictos en su interior muestra decadencia, su declive, y porqué no talvez hasta su extinción. Los miembros del padrón electoral salieron a votar, a definir el rumbo de México entre la supuesta continuidad neoliberal y el proyecto alternativo de izquierda.
El dos de julio fue la culminación de la lucha encarnizada del primer semestre de 2006, el poder se lo disputaron un conjunto de elementos que creí ya no podrían darse.

El primero de ellos, elemento indispensable en la era del homo videns, en el gobierno de la mediocracia: los spots de radio, televisión, internet etc. Vimos la elección desde distintos cristales uno de ellos nos permitía ver que la elección algunas veces fue peleada de manera superflua, la batalla no era de ideas, ni de propuestas si no de quién tenía la mejor publicidad, el mayor alcance mediático. La guerra de los spots, nos acabó, nos cansó, nos hartó. Miles de millones de pesos derramados en tiempo aire en comerciales tan estúpidos y patéticos como el de Nueva Alianza, rogando con una cancioncita “pegajosa” para que los ciudadanos le den uno de los tres votos que van a ejercer “♪ uno de tres ♪”; otro de tan mal gusto como lo es el de Roberto Madrazo en el que le dice “Síguete riendo” a un delincuente que ante la “imponente” presencia de Madrazo y su “arribo” a la presidencia deja de reirse y se orina del miedo porque ahora sí será encarcelado. Se tuvieron también los spots panistas que provocaron el miedo en los votantes promoviendo la imagen de un AMLO intolerante, corrupto, similar a Hugo Chávez y conductor inevitable de una crisis económica (y que tardíamente fueron “sancionados” por el IFE). Los que llaman al voto útil para apoyar a Calderón y los típicos que nos saturaron diciendo que Felipe será el Presidente del “empleo”, pero del empleo para sus cuñados y amigos empresarios. O bien hasta un spot de Chespirito diciéndole a la ciudadanía que el votaría por Calderón y por todos los candidatos del PAN. Están los de la Coalición “Por el bien de todos” pero primero los pobres. (No se sabía quién estaría en el “todos”, todos los amigos de AMLO, todos los que aportaron lana a su campaña, todos lo que votaron por él, todos los pobres, todos menos los empresarios, todos menos el innombrable, o “todos, todos”, todos quiénes?). En ellos veíamos a un AMLO sonriente dador de esperanza, dador de un “nuevo modelo económico” que le dará más dinero a la gente, mayores ingresos, menos pobreza, un modelo económico con el que “♪ ganarás más, ♪ ganarás más ♪”

La pelea mediática llegó a su fin unos días antes de la elección, gracias a Dios el bombardeo de los spots terminó, comenzó la batalla “democrática”, la de los votos. La del ejercicio de la libertad “absoluta” de los ciudadanos para votar o no votar. Comenzó la verdadera lucha de conciencia individual en la que decidíamos nuestro futuro. El debate individual, que algunos ya tenían resuelto desde hacía meses o semanas el dos de julio llegó a su clímax. Se suponía que a las once de la noche sabríamos quién sería el próximo presidente de México, la única respuesta que obtuvimos fue un mensaje de Ugy diciendo que los resultados habían estado muy cerrados y que no era posible declarar un ganador.

Lo único que supimos fue que la contienda electoral se dio entre dos fuerzas políticas opuestas que se tocan en los extremos y una fuerza que puede más que las otras dos juntas el abstencionismo, al que ese día me uní, no por convicción propia, si no porque tenía perdida mi credencial de elector (después apareció).

En fin, el resultado hoy lo sabemos, ganó Felipe Calderón en medio de críticas y gritos de fraude. Calderón se hizo acreedor de la Presidencia de una República dividida, con la legitimidad que sólo unos 15 millones de mexicanos le había brindado, teniendo en contra a la mayoría de la población que votaron por el Peje, por Madrazo, Paty, el Dr. Simi, por sí mismos o que de plano no votaron, se me olvidaba Campa, pero también a la mayoría del electorado se le olvidó.

En contra parte sufrimos de las acertadísimas decisiones de Andrés Manuel, de la “Resistencia Civil”, del plantón en Reforma, de su confrontación directa con la cúpula, con la elite pero también con todos los simples mortales que padecimos sus locuras y que escuchamos sus discursos.

La polarización y la crispación fueron los términos que con mayor frecuencia escuchábamos en los medios de comunicación, pero más importante aún, los vivíamos día a día.

Vivimos días de incertidumbre política, del never ending conflicto de Oaxaca que al término del año sigue siendo un foco rojo; vivimos circunstancias inauditas como tener tres presidentes al mismo tiempo: el Constitucional ("eminencia" Vicente Fox), el Electo ( "espurio" Felipe Calderón) y el Legítimo ("desquiciado" López Obrador). Llegamos al último informe del Presidente del “cambio” sin informe, entre gritos y sombrerazos de nuestros “representantes” populares presenciamos el No-informe. Casi en la cima del año político por excelencia, arribamos a la toma de posesión de Felipe Calderón, entre dudas, incertidumbres, golpizas entre los diputados, “el evitar a como de lugar que Felipe fuera Pte”, etc etc, tuvimos la sorpresiva noticia de que Fox y Calderón nos habían chamaqueado como diría el niño verde, a media noche Felipillo ya tenía la banda presidencial en sus manos (digo por si la flies, no fuera a ser que no lo dejaran tomar protesta al día siguiente) pero cuál fue nuestra sorpresa más grande cuando nuevamente se presentaron los gritos y sombrerazos en San Lázaro y entre ellos como por arte de magia, aparecía Felipe Calderón entre la multitud gritando que cumpliría con su deber y si noooo que la nación se lo demande.

Todo salió como “debía” de salir, en paz y busca de la concordia. Lo que si he de reconocer es que aunque no apoyaba, ni apoyo el proyecto de Felipe Calderón, quedé satisfecha con su discurso en el Auditorio Nacional, (frente a un público más amigable que San Lázaro) cuando nos prometió cumplir con lo dicho en campaña, en el que hizo un llamado a la unidad con los que quieran trabajar con el, tendió una mano para que los mexicanos trabajemos juntos, exigió al gabinete de seguridad implementar políticas públicas que mitiguen la inseguridad, “rebasó por la izquierda” (aunque la verdad esa frase no me gusta en lo absoluto) teniendo como una de sus primeras acciones el Decreto de Austeridad, seudo plagio de una de las propuestas de Andrés Manuel.

México ceró el año 2006, sin pena ni gloria, con un Peje Diluido y un Felipillo fortalecido; con la inseguridad presente como siempre con un operativo patito contra el narco, en el que unos caen y otros suben, no hay sorpresas en eso; con 50 millones de personas que son POBRES; con analfabetismo, deserción escolar; con un plaga de sátrapas y parias como los viene viene; escasez de los servicios públicos básicos, con un sistema de salud deficiente; con sindicatos/mafias cuyos líderes se hinchan de lana como ”El Napito”, mientras sus sindicalizados son sepultados en una mina por no tener las mínimas condiciones de seguridad laborales; con un medio ambiente deteriorado, con una nata de mugre sobre la Ciudad de México; con políticos enfermos de poder y por lo tanto corruptos; con un sistema de justicia deficiente; con un sistema económico débil sustentado en remesas y petróleo; con desempleo, o empleo para recién egresados, miserable y raquítico, y en honor a quien honor merece les digo: Cerdos Capitalistas!!

lunes, 19 de febrero de 2007

ReformaS del Estado

La Reforma del Estado es continuamente nombrada por los políticos, medios de comunicación, analistas e intelectuales, pero al parecer nadie se toma la molestia de explicarle al ciudadano lo que ello significa.

El entendimiento más acertado del término, depende desde el punto de vista de dónde lo queramos ver. Hay una gran variedad de reformas del estado, que con sólo buscar el término, se encuentra que reformar al Estado incluye cambiar el régimen político, social, administrativo-institucional, económico, jurídico. Lo más usual es que se confunda al Estado con el régimen político, es decir, con la forma de gobierno (presidencial, o parlamentaria); pero también se suele confundir al Estado con el tipo de política económica que se tiene en una nación, es decir, si es un Estado neoliberal, interventor o mediador de la economía en su país.

Reforma implica cambio; cambio significa romper con lo anterior y hacer algo nuevo. Cuando en una nación hay graves crisis que llevan a golpes de estado, revoluciones, elecciones y nuevas constituciones, es cuando se puede hablar de una completa Reforma del Estado, porque la forma de gobierno, la institucional, económica y jurídica son construidas y normalmente fundadas en una nueva Constitución. Pero cuando ello no sucede, entonces las reformas se van dando gradualmente, como ha sucedido en México, donde los cambios se han dado paso a paso, adecuándose a las exigencias ya sean políticas, jurídicas, institucionales o económicas. Es por ello que en México es imposible hablar de una Reforma del Estado, más bien existen las ReformaS del Estado.

El 13 de febrero del presente año, los senadores aprobaron una iniciativa de ley sobre la Reforma del Estado, que más que implicar una reforma como tal, contiene el compromiso de los legisladores en formar un grupo especial de discusión y negociación para que a más tardar en un año, aprueben cambios en los siguientes rubros: 1) Régimen de gobierno; 2) Democracia y Sistema Electoral; 3) Federalismo; y 4) Reforma al Poder Judicial. Estos temas son los seleccionados en dicha iniciativa pues representan problemas que deben solucionarse con mayor urgencia, debido a la ingobernabilidad generada por la figura de gobierno dividido; a las ineficiencias demostradas por el sistema electoral; al mal funcionamiento del federalismo; y al viciado sistema judicial.

Existen muchas propuestas para estos cuatro temas, la más sonada en la reforma política es la implantación del Jefe de Gabinete, quien “debe ser un funcionario designado y removido por el Presidente, pero ratificado por una de las Cámaras del Congreso, lo que facilitaría la cooperación política entre el Congreso y el Gobierno”; al parecer ésta reforma sí podría darse, pues los representantes de los principales partidos políticos acuerdan en ello. En el ámbito electoral, la discusión se centrará más en la fiscalización de los partidos, los tiempos de campañas, y sobre todo la segunda vuelta electoral para darle plena legitimidad al ganador de las contiendas. Las propuestas para el federalismo implican otorgarle mayor ejercicio fiscal a los municipios y entidades federativas para el manejo de recursos y por tanto la administración de ellos según sus necesidades. Y en cuanto al sistema judicial, se pretenden cambiar las instituciones jurídicas desde su base, de tal manera que los servicios legales puedan aplicarse de manera general, pronta y expedita (o al menos eso dicen).

Faltarán muchas cosas por hacer, otros rubros que no se están cubriendo, pero por algo se empieza. Ahora lo que nos toca exigir, es que cumplan con este compromiso, que confieran su voluntad para negociar y después para acordar, más allá de sus intereses partidistas y ambiciones políticas. Por lo pronto los aires se ven animosos, alberguemos esperanzas en nuestros acostumbrados fallidos representantes políticos.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Política Exterior Mexicana

Saludos cordiales a toda la comunidad del blog "Polivalencia Multifuncional". Es un lujo tener herramientas tan cercanas a uno para publicar cosas que resulten de gran valía e interés para los politólogos y también, por qué no, para los que no lo son. Como decía un viejo maestro: "de músicos, poetas y analistas políticos, todos tenemos un poco".

Felicito ampliamente a Rodrigo por la iniciativa de iniciar esta comunidad web. Me confieso que tengo mucho que aprender al respecto. Sugiero varias cosas para comenzar:

1.- Busquemos darle promoción a nuestro blog. (Porque cabe reiterar, como ya lo dijo el buen Ro, este weblog es de todos).

2.- Una vez que tengamos ya varias cosas definidas, aunque sea personalmente respecto a nuestra actitud frente al blog, busquemos también darle un nombre consensuado. Éste debe reflejar las posturas de todos y abarcar el espectro ideológico. Creo que es necesario que sea atractivo. (La mercadotecnia es importante).

3.- Digamos cada quien, para tener un poco de referencias, qué es lo que hace de su vida, dónde trabaja, qué estudia, etc. Se me ocurren muchas cosas en cuanto a este punto, porque es muy importante crear redes, toda vez que este espectro en el que nos movemos, queridos colegas, es sumamente reducido y debemos echarnos la mano. Yo empezaría por compartir que me gradué de la Ibero (de Ciencias Políticas y Administración Pública) en Diciembre de 2005. Actualmente trabajo en la Cámara de Diputados y estudio una maestría en Análisis Político. Me parece que la información que cada quien proporcione quedará a juicio de la persona.

4.- Hagamos un compromiso serio de publicar cosas de fondo. Evitemos las expresiones agresivas, groseras, intolerantes, etc. Me parece que es necesario que quien controla este blog no restrinja los comentarios que se deben publicar, ello atenta contra la buena libertad de expresión; pero ésta tiene que ir acompañada de la responsabilidad recíproca de evitar las majaderías, las burlas y otras cosas que le quiten calidad y vigencia a nuestro blog.

Pues bien, después de la bienvenida, me gustaría abordar un tema fundamental ahora que México vive momentos de definición muy interesantes en el campo de la política.

Se dice que hoy por hoy, los partidos políticos, los actores, las fuerzas políticas, los grupos de presión, los poderes fácticos (narcotráfico, crimen organizado, etc.) y otros más, han vulnerado y han acabado por desmoronar poco a poco al Estado Mexicano. Creo que es muy grave porque todos entendemos que el "Estado" está por encima de cualquier otra cosa.

Ha costado muchas vidas y sangre darle vida al "Estado Moderno", cuyo modelo nos rige en la actualidad. En el contexto de un mundo globalizado, hay discordancias serias: se ha mundializado el comercio, más no el tránsito de personas, por poner un ejemplo. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas publica que toda persona tiene derecho al libre tránsito entre países. Ello no se cumple en todas las ocasiones pero, ¿dónde queda la potestad y soberanía y la autodeterminación de los pueblos consagrada en la "Carta Fundacional de Naciones Unidas del 24 de Octubre de 1945 de San Francisco?. Creo que hay retos complicados, como por ejemplo, el debate de la creación de un "Estado Supranacional". Lo que más se acerca a ello es la incipiente Unión Europea. Existe un Parlamento Europeo, (en el cual, por cierto, México cuenta con dos asientos como observador), existe una Constitución General y otras cosas que se han homologado.

En nuestro continente tenemos el debate hemisférico de la integración de la región pero, ¿qué región?. ¿A qué región pertenece México: América Latina, Norteamérica?.

Quiero hacer referencia a la Encuesta "México en el mundo: un estudio de opinión pública sobre política exterior" realizada por el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas) y el COMEXI (Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales). En dicha encuesta que consta de aproximadamente 78 preguntas hechas a mexicanos (otras tantas a extranjeros en otros países), así como a líderes de opinión, se resaltan algunas cuestiones importantes.

La propia encuesta se puede consultar en las páginas de internet de ambas instituciones, pero quiero aclarar algunas conclusiones a las que llega dicha encuesta y que desmitifican algunas cosas que algunas fuerzas políticas han tratado de imponer como visión de la realidad.

Más del 50% de los mexicanos (mayoría absoluta) cree algunas cosas como: La vecindad con los Estados Unidos de América es más una ventaja que un problema. Otros tantos tienen familiares trabajando en dicho país y más de la mitad recibe remesas provenientes de aquella nación. Ahora bien, contrasta con el hecho de que un 15% de los encuestados está a favor de la construcción de un muro en la frontera sur. Resulta algo incongruente desde mi particular punto de vista, puesto que tampoco hay una política clara y definida.

Los mexicanos creemos que las grandes "amenazas" para el país son: en primer lugar, el narcotráfico, seguido por las pandemias mundiasles como el SIDA o la gripe aviar. Sin embargo, la emergencia de China e India y de los famosos "Tigres Asiáticos" y nuestra poca competitividad respecto a aquellos mercados sólo es percibida como amenaza por el 3% de los mexicanos. Es decir, para México, Asia no existe.

Otro dato interesante es que, más del 70% se considera como "latinoamericano" por encima de norteamericano o americano; ello es relevante, porque cuando se pregunta si estaría de acuerdo con que México destine recursos a salvaguardar la paz en países centroamericanos o bien, para operaciones de Naciones Unidas, un porcentaje muy reducido (menos del 38%) apoyaría dicha acción. Resulta entonces contradictorio que México concibe a latinoamérica como un amigo, pero no como un socio comercial, pues más del 60% está de acuerdo con que se deben privilegiar las inversiones de países de primer mundo como Estados Unidos, Alemania, Inglaterrra, etc. (Por cierto, no sé si lo sepan, pero empresas como "Peñafiel" son inglesas). Luego entonces, hay contradicciones al respecto.

La Doctrina Estrada (tan vilipendiada y usada hoy en día) dice que México se abstiene de reconocer o no a los gobiernos de países extranjeros. La Doctrina Carranza a su vez, afirma que México seguirá el principio de "no intervención". Sin embargo, de acuerdo con la encuesta, más del 56% de los mexicanos prefiere una política exterior de "activismo" y dejar el "aislacionismo" atrás, por aquello de que se pueda meter en problemas nuestro país.

Podría seguir esbozando algunas cosas más de las que habla la encuesta, sin embargo, prefiero dejar mi participación hasta este punto, no sin antes recalcar que hay muchos mitos en las creencias políticas y populares.

Se ha llegado el tiempo de definir con claridad y seriedad cuáles serán los rumbos que nuestro país tomará en los próximos años, pues de ellos depende el largo plazo. Ya lo vaticinó Goldman Sachs, cuando dijo que México en 2040 sería la 4a o 5a economía del mundo. (Es importante decir que el solo estado de California es la quinta economía mundial). ¿Realmente México está preparado para enfrentar debates de este nivel?.

Se dice que la política exterior es una de las cosas en la que los partidos se pueden poner de acuerdo. Veamos si realmente sucede.

Mi conclusión es que debemos tomar en cuenta los datos duros que nos aporta la realidad y llevar a la mesa de debate temas de fondo como el que he planteado anteriormente. Frente a tales realidades, ¿cuál es la conveniencia de la creación de un "Estado Supranacional de las Américas"?. ¿No sería más conveniente empezar por arreglar los problemas de casa?.

Los poderes fácticos que han socavado la soberanía (esa sí, no la soberanía patriotera del 15 de Septiembre por la noche en el Zócalo), han ido menguando al Estado Mexicano y éste ha perdido la capacidad de hacer frente efectivamente a dichos problemas. Por lo tanto, también estamos perdiendo la oportunidad de insertarnos en la agenda global del desarrollo.

Creo que México debe correr en ambas pistas: interna y externa. Estoy consciente que no se le puede cambiar las llantas a un coche que va a 130 km/h, pero no cambiárselas significa que, tarde o temprano, perderemos nuestra capacidad de correr a esa velocidad.

Espero que esta aportación (aunque sea semanal) de mi parte haya sido de su interés. Agradezco mucho su paciencia y espero que poco a poco vayamos desentrañando estas cuestiones. Un saludo fraternal a todos.

Federico Ling

Andrés Manuel López Obrador: entre los Principios y la Soberbia

Andrés Manuel López Obrador, pudo haber perdido no solo las elecciones del 2 de julio del 2006, con sus acciones y actitud pudo haber perdido también la posibilidad de guiar un proyecto de nación viable en los próximos años.


A tan solo unos meses de concluido el proceso electoral y la toma del nuevo gobierno, me he puesto a pensar en algunos puntos que considero relevantes en torno a López Obrador, especialmente en su papel durante la campaña presidencial y sus acciones posteriores al día de la elección.


Es importante señalar que no pretendo cuestionar las propuestas ni el perfil del ex-candidato presidencial; sin embargo, desde hace tiempo he tenido la necesidad de compartir algunos puntos de vista sobre su derrota y lo que a mi juicio afectará su desempeño político en los próximos años.


Más allá de lo cuestionado de la elección (dado que no llegaría a ningún lado tratando de defenderla o criticarla), me gustaría centrarme en las acciones de López en dos momentos fundamentales:

  1. La campaña presidencial.
  2. Después del día de la elección.


La razón de hacer explícitos estos dos momentos tiene que ver con la relación causa-efecto derivada de las acciones. El primer punto tienen que ver con el desenlace de la jornada electoral; el segundo con el proyecto y el futuro político de López Obrador.

Sobre la campaña presidencial, sobra decir que se desarrolló en un ambiente complejo donde la mayoría de nosotros no vislumbró de manera clara el realce de Felipe Calderón posterior a su designación como candidato de Acción Nacional ocurrida en los últimos meses de 2005.



En la gráfica anterior sobre la opinión efectiva de los candidatos es ilustrativa en el sentido del desarrollo de las campañas. En agosto del 2005, Calderón inicia con tan solo un 8 puntos de popularidad contra 51 de López Obrador. Si bien este número se incrementó sustancialmente con la elección interna de Acción Nacional para designar candidato presidencial, gracias a la exposición mediática, tenemos que para noviembre de ese año, después de ganarle la candidatura al precandidato "oficial" Santiago Creel, Felipe había alcanzando ya 27 puntos de popularidad.

Si bien la popularidad no es sinónimo de intención de voto, al final sí vemos una relación estrecha entre ambas.


Lo fundamental aquí es la siguiente cuestión: ¿Cómo fue posible que López perdiera la elección estando 10 puntos arriba de Calderón a tan solo 4 meses del día de la votación?

Esta cuestión puede ser explicada por dos factores fundamentales: La campaña sucia de Acción Nacional y la tardía respuesta de López y el PRD a los ataques.


En marzo del 2006 a 4 meses de la elección López se encontraba arriba en la intención de voto por casi 10 puntos porcentuales. Fue en estas fechas también cuando comenzaron los primeros spots televisivos dando el mensaje de "López Obrador, un peligro para México" combinado también con errores tácticos importantes como el llamado efecto "chachalaca", su rechazo a asisitr al primer debate, la inclusión de políticos de trayectoria priista en la campaña y finalmente la intromisión a todas luces del presidente Fox con la difusión de los programas sociales en apoyo al candidato del PAN.



Gracias a estos hechos, las encuestas rápidamente comenzaron a disminuir en la intención de voto a López , siendo el diario Reforma la primera encuesta que declaró un empate entre los dos punteros a poco menos de 3 meses para la elección. Lo anterior después de 3 semanas de golpeteo mediático contra el PRD y su candidato.

Lo que es de llamar la atención fue la poca o nula respuesta en la estrategia de Andrés Manuel para responder rápidamente a las agresiones lanzadas en su contra. Sus declaraciones eran categóricas cuando se le preguntaba al respecto haciendo alusión a "encuestas cuchareadas" y que finalmente "no se puede engañar al pueblo, el pueblo no es tonto". Lo que nos deja ver su incapacidad de adaptarse con rapidez a las variaciones del entorno y sobre estimar la capacidad analítica del electorado mexicano promedio.

Resulta increíble pensar que su gente cercana no lo haya alertado de esta situación con antelación dado lo evidente de la situación. Sin embargo fuentes cercanas a Andrés Manuel hablaron del total rechazo de éste por contraatacar, argumentando que su campaña no caería en provocaciones.

La estrategia era clara y simple, hacer una campaña a nivel de suelo, dando mayor relevancia al contacto directo con la gente más allá de grandes gastos en medios masivos de comunicación, aunado a un distanciamiento metadiscursivo con sectores empresariales y grupos de interés para no tener compromisos que lo ataran de manos cuando asumiera el poder. Era una estrategia que era justificable en un escenario donde las tendencias a su favor se mantienen sin cambios sustantivos, un escenario que distó mucho de ocurrir en la realidad.


El problema en realidad no estribó en la estrategia, misma que estaba diseñada para un hecho que se mantuvo prácticamente imperturbable durante los 2 años anteriores al comienzo de las campañas, el carácter de "indestructible" de López, cimentado en altísimos índices de popularidad. El problema fue producto de no comprender el momento político en su totalidad, traducido en inopia ante las circunstancias derivadas a partir de marzo del 2006 por la centralización de la toma de decisión en una sola persona: el candidato.

Cuando fue más que evidente la caida en las preferencias lopezobradoristas resultó ser tarde para contratacar mediáticamente. El daño causado a la imagen de López entre marzo y mayo (como se muestra en la gráfica también) por la campaña sucia y los errores tácticos resultó decisivo a pesar de haberse incorporado a esta campaña con el tema del Fobaproa. Incluso, entrando en terrenos netamente especulativamos quizá de no ser por el impacto mediático que tuvo el efecto del caso "Hildebrando", a un mes de la elección, López no habría alcanzando el empate técnico el 2 de julio.


El resultado de la elección es por demás conocido y mucho se podría argumentar en contra del proceso electoral en el sentido técnico y argumentar la existencia de un fraude; sin embargo no hay que perder de vista que no hay elecciones perfectas y que todas tienen un margen de error producto de la complejidad de su organización. Lo que no hay que perder de vista es la existencia de complejos mecanismos en la ejecución de los comicios que hacen la realización de un fraude algo prácticamente imposible. Lo que sí hubo claramente fueron irregularidades que combinadas con un resultado cerrado propiciaron que éstas lucieran magnificadas y que pudieron en dado caso resultar determinantes en el resultado final.


Como conclusión a esta primera parte podemos decir que en efecto hubieron elementos cuestionables en su carácter moral, ético y legal que influyeron en las tendencias electorales. Pero a pesar de la existencia de éstas, no podemos soslayar la complicidad del vértice de la campaña de López, él mismo que de haber asumido una actitud más pragmática habría podido mantener, si bien no los 10 puntos de diferencia, sí una cómoda ventaja sobre Calderón que le diera holgura al resultado y minimizara las inherentes irregularidades de todo proceso electoral. El error político producto de la soberbia costó muy caro, lo que deja de manifiesto con claridad que una estrategia correcta puede soportar errores tácticos sin variar sustancialmente el resultado.

En lo que respecta al segundo punto del presente, la situación resulta un poco más compleja para su análisis, en razón de sus consecuencias a futuro.

Más allá de la simpatía que genere en cada persona la figura de Andrés Manuel, se debe partir del punto de lo legítimo y por qué no, hasta necesario de encabezar un proyecto político de izquierda en un país que no ha generado el bienestar económico y social esperado posterior a la adopción del modelo económico en la década de los 80's. El incremento de la pobreza y la polarización social es una realidad que puede ser observada a través de diversos fenómenos como la migración. Es por ello, que más allá de los prejuicios y pasiones que cada uno tenga en materia, la existencia de un proyecto serio de izquierda no solo se agradece, sino que se necesita.






Cualquier hombre que intente ser bueno todo el tiempo terminará yendo a la ruina entre la gran cantidad de hombres que no lo son. Por lo tanto, un príncipe que quiera conservar su autoridad deberá aprender a no ser bueno y usar ese conocimiento, o prescindir de su uso, según las necesidades que se presente.
Maquiavelo, El Príncipe.




A pesar de la importancia de tener un proyecto de izquierda, en México se adolece de una izquierda de trayectoria y claramente diferenciada en la oferta política, por tanto, el único proyecto que tiene el potencial de tener injerencia directa en el país es el que encabeza el excandidato presidencial López Obrador.

Por este motivo externo algunas conclusiones que he obtenido de observar los sucesos ocurridos después del 2 de julio.

Es una realidad que una de las mejores estrategias de un político en su búsqueda de obtención de poder es mantenerse fiel a sus principios, tal y como ha ocurrido históricamente en casos históricos y célebres de grandes personajes como el de Charles de Gaulle durante la 2a Guerra mundial, que posterior a erigirse como líder francés en un contexto de guerra, no pudo concretar su proyecto político en las instituciones contra el poder de los partidos que a su juicio no permitían sacar a Francia del estanco. Después de fracasar en su intento de reformar el régimen pasó 12 años en el exilio político antes de que la situación y la inestabilidad de la 4a República Francesa lo trajeran de nueva cuenta a escena y fuera aclamado como el líder que Francia necesitaba. Durante estos años modificó su discurso agresivo contra los partidos cambiándolo por uno nacionalista y de la necesidad de llevar a Francia al lugar que le correspondía. Un discurso que sedujo a los franceses y lo llevó al poder para convertirse en el forjador de la Quinta República Francesa, misma que continúa hasta nuestro días y que está caracterizada por un sistema presidencial.


La enseñanza de De Gaulle es clara. Nadie duda del liderazgo que López ejerce sobre un sector importante de la población mexicana. Sin embargo, su discurso agresivo le ha hecho ganarse enemigos incómodos que ciertamente obstaculizaron su ascenso al poder. Pero más allá del discurso hay algo cuyo peso tiene más repercusiones y esto es, las acciones de resistencia encabezadas por él en relación al fallo del Tribunal Electoral.

Todos podemos coincidir en el legítimo derecho de protestar por el resultado de la elección, sin embargo, la radicalización del discurso y sobre todo su salida del cauce institucional pueden traer consigo la debilitación de su proyecto hasta su extinción. La legitimidad de su proyecto lo situaban en posibilidades claras de ser el sucesor natural de Calderón en caso de que este no llenera las expectativas mínimas de la población.

México es un país que ha transitado lentamente a la democracia a través de una liberalización prolongada que no ha traído consigo la adopción por completo de las ideas democráticas en la clase política mexicana. López Obrador ha sido un claro ejemplo al no aceptar el resultado electoral y declarar su desconocimiento abierto a las instituciones mexicanas. especialmente aquellas que tienen su jurisdicción en el ámbito electoral.

La creación de un gobierno "legítimo" paralelo al Constitucional afecta directamente en el proyecto izquierdista nacional. La adopción del cauce institucional es fundamental en cualquier democracia al ser el único camino viable para lograr una convivencia pacífica y la creación de consensos entre las diferentes fuerzas políticas. No se cuestiona la infalibilidad de las instituciones, pero resulta imprescindible comprenderlas como la única vía posible para transitar y solucionar los problemas, entre ellos, el perfeccionamiento de las instituciones mismas. Eso sucede en las democracias, y en realidad, es el mínimo camino para lograr un desarrollo en materia que se traduzca para todo el país.

El rechazo al llamado gobierno legitimo es generalizado. López Obrador debió ser cauto una vez dado el fallo del tribunal y reintegrarse, como el resto del PRD lo ha venido haciendo, a la dinámica institucional. La posición natural de Andrés Manuel debió encausarse con una figura similar a una "jefatura de oposición", misma que a pesar de ser netamente simbólica, estaría respaldada por 15 millones de votos, mismos que obtuvo en el proceso y que habrían de ser cultivados y capitalizados en caso de que en 6 años, quisiera volver a competir por el puesto que le corresponde históricamente y que por su soberbia parece empecinado a renunciar.

Si bien el presente, pudiera resultar un análisis simplista de la situación, es una realidad irrefutable la poca popularidad que el movimiento paralelo ha cosechado. Porque si es una realidad que el otrora candidato presidencial se ha mantenido fiel a sus principios, cosa que se le reconoce abiertamente, también ha quemado gran parte de su capital en aras de defender una causa que su soberbia le hizo perder y que no tiene vuelta de hoja: la elección presidencial del 2 de julio.

martes, 13 de febrero de 2007

¿Qué están leyendo?

Hola!!! Creo que estaría cool que compartieramos si estamos leyendo algo nuevo e interesante, si hay algún artículo en alguna revista o algo asi que a todos nos pueda interesar.
Yo estoy leyendo un libro de la historia del PRD, no he podido avanzar mucho pero esta interesante y más porque asi se puede entender el verdadero origen de la izquierda en México. Les recomiendo la revista Voz y Voto de este mes la mayoría de los artículos son del cambio de dirigencia del PRI, esta interesante.
Les paso los datos del librillo por si les interesa: Partido de la Revolución Democrática, de Adriana Borjas Benavente de Editorial Gernika.
Otra recomendación para los que les guste la novela mexicana, "Mal de amores" de Angeles Mastrera maravillosa historia del amor durante la epoca de la Revolución, no esta cursi.
Seguimos por aqui...

Intro

Estimados todos,

Antes que nada les doy las gracias por su interés en este modesto blog. No está por demás decir que este espacio es de ustedes y ojalá cada uno pueda aportar sus reflexiones y pensamientos en torno a aquellos temas que sean de su interés.

Sin embargo me gustaría que todos coincidiéramos en hacer críticas o menajes responsables en el sentido de la tolerancia y el respeto. Toda convivencia, incluso la intelectual debe estar cimentada en estos principios básicos con la finalidad de poder contribuir de manera sustantiva al enriquecimiento del blog y de aquellos temas que sean de su interés.


Sin más preámbulos los dejo en su espacio y que la crítica y la razón sean sus mejores aliadas en esta aventura.

Un abrazo.

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