Todos estamos condicionados por una serie de situaciones culturales, sociales, familiares, religiosas y estéticas, que son muy difíciles de superar.
La posmodernidad o la (desmodernidad, diría Tourain), el fin de las ideologías, (que como dice Paz, son creencias que se creen ciencias), la muerte de Dios, son ideas que se insertan en nuestra psique y nos condenan a la soledad o la superficialidad.
La orgía de las vanidades nos impulsa a buscar la aceptación por medios de patrones de belleza, de éxito, de poder, de conocimiento, sin que hagamos mucha conciencia de ello. Hay una noticia que ya tienen algún de tiempo, pero que me sigue llamando la atención, la muerte de la modelo uruguaya Eliana Ramos. Ella y su hermana Luisel, murieron víctimas de Ana, o lo que es lo mismo de Anorexia. La muerte de las hermanas, se suman a los de las cinco modelos brasileñas que murieron el año pasado de este mal nervioso, entre ellas, Ana Carolina Restón y Thayrinne Machado.
Todas ellas pesaban 20 kilos menos de los que su estatura requería, algunas sólo comían hojas de lechuga y coca Light.
Ana y Mia (Anorexia y Bulimia), son consideradas por la mayoría de las personas como enfermedades que se inventan las chicas que no tienen nada que hacer y que son muy vanidosas, pero lo cierto, es que estos desordenes alimenticios afectan a miles de personas a nivel mundial en las sociedades occidentales.
Las exigencias sociales y la presión sobre el cuerpo, distorsionan la percepción de belleza y salud. Nada importa, excepto pesar 30 kilos…
Este tipo de situaciones debe hacernos reflexionar sobre la sobrevaloración de la imagen física en la sociedad actual y la validez de todas las patrañas que nos venden los medios de comunicación.
La posmodernidad o la (desmodernidad, diría Tourain), el fin de las ideologías, (que como dice Paz, son creencias que se creen ciencias), la muerte de Dios, son ideas que se insertan en nuestra psique y nos condenan a la soledad o la superficialidad.
La orgía de las vanidades nos impulsa a buscar la aceptación por medios de patrones de belleza, de éxito, de poder, de conocimiento, sin que hagamos mucha conciencia de ello. Hay una noticia que ya tienen algún de tiempo, pero que me sigue llamando la atención, la muerte de la modelo uruguaya Eliana Ramos. Ella y su hermana Luisel, murieron víctimas de Ana, o lo que es lo mismo de Anorexia. La muerte de las hermanas, se suman a los de las cinco modelos brasileñas que murieron el año pasado de este mal nervioso, entre ellas, Ana Carolina Restón y Thayrinne Machado.
Todas ellas pesaban 20 kilos menos de los que su estatura requería, algunas sólo comían hojas de lechuga y coca Light.
Ana y Mia (Anorexia y Bulimia), son consideradas por la mayoría de las personas como enfermedades que se inventan las chicas que no tienen nada que hacer y que son muy vanidosas, pero lo cierto, es que estos desordenes alimenticios afectan a miles de personas a nivel mundial en las sociedades occidentales.
Las exigencias sociales y la presión sobre el cuerpo, distorsionan la percepción de belleza y salud. Nada importa, excepto pesar 30 kilos…
Este tipo de situaciones debe hacernos reflexionar sobre la sobrevaloración de la imagen física en la sociedad actual y la validez de todas las patrañas que nos venden los medios de comunicación.
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