“La igualdad no es más que la proporcionalidad, y sólo existirá de una manera verdadera mientras, según la ley escrita por Dios en alguna clase de organización, cada uno produzca según sus facultades y consuma según sus necesidades.”
John Rawls.
Actualmente estoy leyendo el libro “La Pobreza: Un estudio Filosófico”, de Paulette Dieterlen, el cual está muy interesante porque analiza el problema de la pobreza en México, pero desde el punto de vista moral y ético y la influencia de esas concepciones en la estructuración de las políticas públicas.
Basa casi toda su investigación en las ideas de John Rawls y de Amartya Sen, esté último premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la investigación del bienestar económico.
En el libro, la autora hace consideraciones de tipo filosófico sobre la pobreza. Considera conceptos como la inclusión y la exclusión en una sociedad para identificar quienes están dentro y fuera de las decisiones políticas.
Además recalca la importancia de la justicia distributiva, que en la mayoría de las economías globales ni siquiera se toma en cuenta. Lo más interesante es la consideración de que la pobreza no es sólo falta de acceso o de poder de compra, poco o nada uso de libertades, marginación, no, la pobreza tiene que ver con cuestiones de autoestima, de amor propio, de respeto y poder para mejorar la situación de pobreza a través de medios dignos.
Dieterlen concluye que es necesario hacer una serie de consideraciones filosóficas sobre la pobreza, para que a partir de ellas se determine la instrumentación de políticas públicas que ayuden a disminuir ese grave problema. Además yo concuerdo con ella en que la pobreza es inmoral e inaceptable en una sociedad que se autodenomine democrática o en vías de desarrollo, como dice el lema a la entrada de la Cámara de Diputados “La ley debe ser suprema y debe moderar la opulencia y superar la pobreza”.
John Rawls.
Actualmente estoy leyendo el libro “La Pobreza: Un estudio Filosófico”, de Paulette Dieterlen, el cual está muy interesante porque analiza el problema de la pobreza en México, pero desde el punto de vista moral y ético y la influencia de esas concepciones en la estructuración de las políticas públicas.
Basa casi toda su investigación en las ideas de John Rawls y de Amartya Sen, esté último premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la investigación del bienestar económico.
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Además recalca la importancia de la justicia distributiva, que en la mayoría de las economías globales ni siquiera se toma en cuenta. Lo más interesante es la consideración de que la pobreza no es sólo falta de acceso o de poder de compra, poco o nada uso de libertades, marginación, no, la pobreza tiene que ver con cuestiones de autoestima, de amor propio, de respeto y poder para mejorar la situación de pobreza a través de medios dignos.
Dieterlen concluye que es necesario hacer una serie de consideraciones filosóficas sobre la pobreza, para que a partir de ellas se determine la instrumentación de políticas públicas que ayuden a disminuir ese grave problema. Además yo concuerdo con ella en que la pobreza es inmoral e inaceptable en una sociedad que se autodenomine democrática o en vías de desarrollo, como dice el lema a la entrada de la Cámara de Diputados “La ley debe ser suprema y debe moderar la opulencia y superar la pobreza”.
2 comentarios:
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Sobre las consideraciones filosóficas de la pobreza creo que invariablemente vienen consideraciones de índole filosófica a las atribuciones y facultades del Estado.
En la actualidad las políticas de desarrollo van encaminadas casi en exclusividad a variables cuantitavias como ingreso, índice de desarrollo humano, acceso a servicios, etc. Sin embargo, el enfoque económico de las sociedades modernas ha dejado a un lado el aspecto ético como fin en el combate con las desigualdedes.
No es ético, en todo el sentido de la palabra que un estado permita semejantes desigualdades y no haga mucho para remediarlos.
Más allá de la cuestión distributiva económica, creo que sería importante fortalecer al estado con un carácter valoral más amplio, que incluya estas cuestiones filosóficas sobre el valor del hombre y la necesidad en términos éticos (y quizá hasta morales) de contemplar al ser humano como algo más que un factor económico, sino como un ser con necesidades de desarrollo en diferentes esferas, si bien la económica es una, existen otras, como la intelectual, la profesional, la moral, la religiosa, cuestiones que la humanidad engloba por sí misma y que han sido marginadas en los últimos años.
En otras palabras el tema de la pobreza en efecto debe ser abordado como algo más que un factor económica y pasar a la esfera filosófica que brinde soluciones y fórmulas más complejas en términos de nuestras características esenciales como ser humano. Volver a la discusión del ser.
Saludos.
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