Ocultar barra Blogger Mostrar barra Blogger

lunes, 25 de junio de 2007

El dos de julio…

El dos de julio del 2006 es una fecha que no podré olvidar. Recuerdo que ese día me desperté muy temprano para ir a votar y luego dirigirme a la Casa de Campaña de mi candidata a diputada federal.

A esa campaña llegué tarde, tal vez mucho, la candidata era mala y aburrida, no teníamos más esperanza que la votación por Andrés Manuel la arrastrará y le pudiéramos ganar al anodino candidato del PAN.

Ese día todo pasó muy rápido, llamadas, informes de falta de representantes, los típicos delitos electorales, la expectativa…Y dieron las seis de la tarde, las casillas comenzaron a cerrar y lentamente comenzaron a llegar los resultados. Nada favorables, ya lo sabíamos, perderíamos sin remedio el distrito, pero nunca la Presidencia de la República.

La duda surgió cuando los noticieros anunciaron que no había un ganador definido y que no darían resultados preliminares. Fue entonces cuando comenzó la angustia, aquella que no se iría hasta pasados muchos meses y que aún vive en mucha gente.

Las dudas, las acusaciones, el enojo, los insultos y la molestia, comenzaron inmediatamente. Por segunda vez en menos de 20 años, la izquierda corría el riesgo de perder, de ser asaltada por los grupos de poder en México ante la desilusión de millones de mexicanos que pensaron que las cosas aún podían cambiar.

Y es que independientemente de las tentaciones mesiánicas de Andrés, la campaña del 2006 fue de la gente; de los menos y de los más. Dura, ardua, virulenta, enconada.

El dos de julio fue el día más largo de la historia moderna del Estado Mexicano, tanto que duró hasta el miércoles siguiente, cuando por fin el IFE anunció que el insípido Felipe Calderón, había ganado las elecciones presidenciales por poco más de 200 mil votos.

Todo lo que vino después ya forma parte del imaginario popular. La represión en Oaxaca, el interminable cierre de Reforma, la toma de la Tribuna por perredistas y panistas.

Yo siempre he querido pensar que si la izquierda hubiera ganado las cosas serían diferentes, el combate hacia el narcotráfico no involucraría violaciones sexuales, asesinatos a civiles, violaciones a los derechos humanos de pueblos enteros, la infame aprobación del la Ley del ISSSTE.

O tal vez sí, tal vez Andrés Manuel hubiera caído víctima de sus propios demonios, de la corrupción en el PRD, de sus mezquinos aliados, pero al menos algo habría sucedido, al menos no me quedaría este mal sabor de boca cada vez que recuerdo ese largo dos de julio, aquel que cambió el rostro político y social de nuestro país para siempre…

1 comentario:

Soledad* dijo...

2 de Julio 2006.
Sin duda fecha importante para aquellos masoquistas que nos gusta esto de la política. Día eterno en efecto. Esperábamos con ansias el mensaje de Ugui con bombo y platillo... y el ganadoooorrrrr es: "Todavía no sabemos".

A mi también me gusta pensar que las cosas serían diferentes si la izquierda hubiera ganado, pero que hubiera ganado como ideología, como principio, como eje rector, como proyecto programático y no solamente como el líder mesiánico que venía a salvarnos de las de las garras del neoliberalismo y de las "fuerzas oscuras”.

Desgraciadamente el representante de la izquierda nos falló, a grandes rasgos buen proyecto, malos aliados, delirio de poder y locura final.

Qué hubiera pasado? Nunca lo sabremos, habrá que esperar un nuevo “2 de julio” que cambie para bien el rumbo de nuestras vidas.

Ratings patrocinados por Outbrain